Benicarló pagará 2,2 millones para reformar una piscina que el PSOE cerró en 2020 tras negarse a invertir 200.000 euros 

El presidente local del PP, José Antonio Redorat, lamenta que la incapacidad de la alcaldesa le vaya a costar a los vecinos 10 veces más que la reforma que en 2020 hubiera permitido reabrir las instalaciones que hoy siguen cerradas

Es absolutamente indignante que Xaro Miralles eche el cierre a una instalación durante años y provoque que miles de vecinos y deportistas busquen las soluciones que la alcaldesa es incapaz de dar”, afirma Redorat (PP)

 

28 abril 2022.- “La alcaldesa de Benicarló pasará a la historia por ser la representante pública que cerró la piscina municipal por negarse a invertir 200.000 euros en su reforma para después de dos años gastar 2,2 millones de los bolsillos de los vecinos”. Así lo ha considerado el presidente local del PP en Benicarló, José Antonio Redorat, quien ha lamentado que la incapacidad de la alcaldesa le vaya a costar a Benicarló “no solo tener cerrada la instalación durante años, sino también un coste desorbitado que podría haberse ahorrado si en lugar de cerrar la piscina y olvidarse de ella hubiese invertido en su reparación”.

La piscina de Benicarló cerró con motivo de la pandemia, hace dos años, y ya no volvió a abrir. Ocurrió en 2020, cinco años después que la alcaldesa, Xaro Miralles, tomara posesión de su cargo y anunciara que una de sus prioridades iba a ser la de redactar el pliego de condiciones que rigiera un nuevo contrato para la instalación. El compromiso se lanzaba en 2015 y cinco años después “no había hecho nada”. “El cierre de la piscina, motivado por la pandemia en el mes de marzo, debía dar paso a su reapertura en junio de 2020”. Sin embargo, recuerda Redorat, “fue entonces cuando la empresa adjudicataria de la explotación de la piscina, FCC NitramPool, comunicó que no podía reabrirla hasta que no cumpliera todas las garantías y para ello reclamaba unas inversiones de más de 200.000 euros”.

La negativa de la alcaldesa a invertir estos fondos provocó el cierre sine die de la piscina que “hoy, lamentablemente, sigue sin actividad porque la alcaldesa no quiso invertir 200.000 euros”. El “resultado de tanta incapacidad ha provocado que lo que nos iba a costar 200.000 euros ahora nos vaya a costar diez veces más, 2,2 millones de euros”. Y al coste “desorbitado que la alcaldesa anunció esta semana hemos de añadir la indefinición manifiesta sobre la reapertura de una instalación que ha provocado la fuga de miles de vecinos y deportistas de nuestra ciudad”.

Benicarló, explica Redorat, “no merece este maltrato”. “Desde 2015, año en el que Miralles asumió la alcaldía, los vecinos hemos sufrido año tras año sus castigos. La piscina es el emblema de una alcaldesa que en lugar de sumar, nos resta. Y deseamos que, cuanto antes, se reabra este servicio porque hay otra forma de gobernar, la que atiende a las necesidades de los ciudadanos, soluciona sus problemas y mejora su calidad de vida. Con más trabajo y menos propaganda”.