El Partido Popular de Benicarló propone un consenso ante la prohibición impuesta por el PSOE contra las quemas agrícolas en campos de cultivo

El Partido Popular de Benicarló considera que es necesario regular las condiciones de excepcionalidad en la quema de residuos vegetales generados en el entorno agrario y silvícola.

Recientemente, los agricultores han visto su actividad seriamente dificultada por la publicación del artículo 27.3 de la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminantes para una economía circular, que no permite con carácter general la quema de residuos vegetales generados en el entorno agrario o silvícola. Dicho artículo indica que únicamente podrá permitirse la quema de estos residuos con carácter excepcional, y siempre y cuando cuenten con la correspondiente autorización individualizada que permita dicha quema, por razones de carácter fitosanitario que no sea posible abordar con otro tipo de tratamiento, motivando adecuadamente que no existen otros medios para evitar la propagación de plagas.

En la práctica, esta medida no tiene en cuenta las características especiales de las explotaciones agrícolas valencianas y que la dimensión y distribución de las mismas impide en muchos casos la entrada de maquinaria como tractores y trituradoras de restos de poda. Los agricultores se enfrentan, además, a la reducción drástica de materias activas que permitan controlar plagas y enfermedades y a la competencia de terceros países, que provoca que la rentabilidad de las explotaciones agrarias valencianas se vea seriamente afectada. Si a esto le sumamos que ahora los restos de poda se consideran un residuo que no puede ser eliminado por incineración y tiene que ser tratado por un gestor de residuos, la viabilidad de las explotaciones agrícolas es aún más difícil si cabe.

El Partido Popular de Benicarló considera que es necesario regular las condiciones de excepcionalidad en la quema de residuos vegetales generados en el entorno agrario y silvícola, teniendo en cuenta que la incineración de los residuos vegetales en el entorno agrario no solo no es contaminante, sino que dificulta la expansión de la mayoría de las enfermedades fúngicas que afectan a los cultivos, reduciendo también las poblaciones de determinadas plagas y enfermedades. Esta sería una solución viable para que los agricultores pudieran continuar su actividad, sin dejar de trabajar en el objetivo de un campo más sostenible y rentable.

Actuaciones como esta prohibición de quemas crean nuevos problemas que se suman a los que ya sufre la sociedad española por causa de unas medidas que no tienen en cuenta ni la realidad ni las dificultades de la ciudadanía. La política del PSOE parece consistir en provocar grandes problemas para luego ponerse una medalla aplicando parches con medidas que, si se hubieran hecho las cosas correctamente desde el principio, no hubieran sido necesarias. Por el camino, la factura de esta falta de gestión la pagamos todos, en el caso de la prohibición de quemas, especialmente el sector agrícola.