Benicarló: la ciudad que no sale en la foto

El pasado día 11 de noviembre se celebró en el salón de plenos del Ayuntamiento de Benicarló el debate sobre el estado de la ciudad, donde el Partido Popular, como grupo en la oposición, puso en relieve aquello que el Pspv-Psoe ha hecho mal y también aquello que el equipo de gobierno prometió hacer y no ha hecho.

 

Eran tantos los temas a tratar que el tiempo concedido a nuestro portavoz en el debate resultó insuficiente para señalar los innumerables ejemplos de falta de gestión, cuyas consecuencias se vienen acumulando en los más de seis años de mandato de la Sra. Miralles.

Por ejemplo, en cuanto a urbanismo, resulta alarmante que el Plan General Estructural esté aún pendiente de aprobación por la Conselleria; que el Plan Especial del casco antiguo aún no haya sido aprobado; que los terrenos de la Fundación Compte Fibla no dejen de ser otra cosa que un infame aparcamiento en pleno centro urbano; que la Partida Povet se encuentre pendiente de modificación de la reparcelación aprobada hace dos legislaturas; que muchos propietarios de la Avda. Valencia y Avda. Papa Luna continúen accediendo a sus viviendas a través de caminos de tierra y sin servicios, sufragando los costes de los avales que garantizan su urbanización y que las obras iniciadas en la antigua N-340 se hayan convertido en un verdadera pesadilla para todos los benicarlandos.

Como cualquier ciudadano puede ver, de los proyectos anunciados por la Sra. Miralles solo queda la propaganda: ni aparcamiento para el mercado central, ni mejoras en la Avda. Jacinto Benavente o en la Calle Vinaròs, ni teatro o edificio multifuncional, y tantas otras ilusiones ópticas que se han quedado en fotos, promesas o ilustraciones en prensa, cuya mención sería tan larga como bochornosa para aquellos que han asegurado su inminente realización.

A propósito del litoral marítimo, si los vecinos de la costa norte se encuentran afectados totalmente por el PATIVEL ha sido por expresa decisión y empeño de la Sra. Miralles. Tampoco se ha hecho nada en todos estos años por la costa sur, aparte de inaugurar un pequeño tramo de la Avda. Manuel Azaña, cuya gestión y urbanización fue ejecutada antes de llegar el gobierno municipal que a bombo y platillo cortó la cinta. Lo más grave: después de seis años y medio, han resultado infructuosas sus gestiones ante el Ministerio de Fomento.

En cuanto al plan Edificant para la adecuación de los centros escolares públicos, de una inversión de 4,4 millones de euros que se vendió en todos los medios de comunicación como la panacea, hasta la fecha solo se ha ejecutado una inversión de 120.000 € en el colegio Marqués de Benicarló. El resto de las inversiones de las que tanto se alardeó continúan esperando su turno en la prolífica imaginación de nuestra alcaldesa.

Claro, un equipo de gobierno experto en vender la piel del oso antes de cazarlo se excusa en lo mucho que cuesta llevar a cabo estos grandes proyectos. Tampoco es barato publicitarlos y se hace con tal profusión y desparpajo que el ciudadano acaba viendo gigantes donde solo hay molinos. A propósito de citas literarias, la alcaldesa gusta de citar el Evangelio, sería magnífico que algún día se abriera la nueva biblioteca que de tantas ruedas de prensa ha sido protagonista durante seis años.

Si bajamos de las nubes de la propaganda y pisamos las calles de Benicarló, veremos con consternación como el mobiliario urbano, la pintura horizontal, el pavimento y la iluminación de determinadas calles, así como el estado de los parques y jardines, requieren importantes inversiones y mejoras. Ni siquiera en aquello más básico y cotidiano es eficiente este equipo de gobierno; quizá sí, algún día festivo, para hacerse la codiciada foto.

Hablando de deportes, este equipo de gobierno, ocupado en colgarse las medallas que les han convertido en campeones olímpicos del postureo, ha dejado abandonado a su suerte al Club Natación Benicarló, cerrando la piscina municipal sin ofrecer alternativas a ninguno de sus usuarios.Tampoco se han hecho las mejoras necesarias en el campo de fútbol.

En cuanto a contratación, las cifras son escandalosas: el principal contrato municipal, la recogida de Residuos Sólidos Urbanos, está pendiente de licitación desde hace seis años. Además, continúa el abuso de contratos menores, con abundantes reconocimientos extrajudiciales de crédito. Respecto al Presupuesto Municipal, el equipo de gobierno ha demostrado su incapacidad para la aprobación del Presupuesto al inicio del cada ejercicio, y respecto a la ejecución presupuestaria, no gastan lo que presupuestan y lo venden como ahorro cuando realmente es una falta de gestión, siendo prueba de esto los importantes remanentes de tesorería.

En resumen, la triste realidad es que no saben gestionar y que esa falta de gestión y coordinación, esa constante improvisación, es el resultado de la carencia de un proyecto político para Benicarló.